Cupcakes de rosas blancas para una ofrenda floral

Cupcakes de rosas blancas de fondant

No soy nada experta en jardinería, de hecho en casa procuro no tener plantas porque no soy capaz de lograr que sobrevivan mucho tiempo. Sin embargo, las flores me encantan. Me fascina lo que alegran y adornan cualquier espacio. Además, en general, aunque tengan una vida muy corta, son muy fáciles de mantener. 

Tampoco tengo grandes conocimientos en familias y denominaciones florales, pero lo que sí sé es lo que me gusta y lo que no. Y dentro de las rosas, las blancas son mis preferidas y si son pequeñitas, mejor.

Bueno, pues tenía una ilusión enorme por aprender a hacer rosas de fondant, blancas por supuesto. ¡Y resulta que es facilísimo!! Estas son las primeras que hago y no han quedado tan mal ¿no?

Estoy tan emocionada con el resultado, que no he parado de hacerles fotos.

Cambiando luces...

Enfoques...

Y hasta creando un mini escenario con mis cupcakes como protagonistas...

Pero lo mejor.... es la sorpresa que esconden... Están hechos con pasta de rosas. ¡Pero qué rico!! No conocía el sabor, ni sabía de la existencia de esta pasta, pero me ha encantado descubrirla. ¡Es espectacular!! Me pareció tan original, que no sólo utilicé la pasta en la elaboración de la masa de las magdalenas, también en el frosting utilizado para adherir el fondant y hasta rellené las magdalenas con la pasta en sustitución de cualquier otra mermelada.

¡Qué descubrimiento!!

La rosa de esta foto es gigante. ¡Es la primera que hice y me quedó un poco excesiva pero  quise hacerle un homenaje porque estaba muy orgullosa de ella.

Os paso la receta por si os apetece probar.

Ingredientes (para 9 cupcakes)

100 gr. de mantequilla a temperatura ambiente

100 gr. de harina

100 gr. de azúcar

2 huevos a temperatura ambiente semibatidos

1 cucharadita de levadura qímica

pasta de rosas al gusto (yo utilicé la de Home Chef)

Elaboración.

Precalentar el horno a 180º y preparar los vasitos de papel sobre la bandeja de magdalenas.

Batir la mantequilla junto al azúcar con palas planas hasta que quede integrado.

Añadir la pasta de rosas y batir.

Añadir los huevos muy lentamente mientras continuamos batiendo.

Cuando todos los ingredientes utilizados estén integrados, añadir a cucharadas, la harina mezclada con la levadura, ambas tamizadas, mientras continuamos batiendo. 

Una vez que la masa sea homogénea, estará lista para hornear.

Verter la mezcla sobre los vasitos y recordar llenarlos sólo hasta 2/3 de su capacidad.

Honear. No me atrevo a dar tiempos de horno porque cada uno es un mundo. Lo mejor es que cuando consideréis que están hechas, utilicéis el truco del palillo para comprobarlo. Pincháis las magdalenas con él y si sale limpio es que están listas.

Sacarlas y dejarlas reposar unos 5 minutos.

Pasarlas a la rejilla enfriadora.

Depende de la temperatura del ambiente, pero en unos 30 minutos estarán listas para ser decoradas.

Trucos:

Si al echar los huevos en la masa, a pesar de hacerlo muy lentamente, véis que empieza a cortarse la mezcla, podéis añadir un poco de harina.

Para lograr unas magdalenas planitas, que son más fáciles de decorar, procurad que la masa quede más o menos homogénea cuando la echéis a los vasitos de papel, que no quede un pico en el centro.

¡Manos a la obra!!