Respetar el sueño |
Después de toda la semana madrugando, ¿no soñáis con que
llegue el sábado y el domingo para dormir un poco más? Los niños son relojitos
de carne y hueso y no entienden de días de la semana. Así que si de lunes a
viernes se tienen que despertar a las 7 ¿por qué no van a hacer lo mismo el fin
de semana? Como nos contaba la madre de nuestro vecinito, cuando le preguntaban
un sábado que a dónde iba saliendo de la cama tan temprano, contestaba que
tenía muchas cosas a las que jugar.
Respetar los horarios infantiles es tan importante para
ellos como para toda la familia. A ellos les da seguridad saber que a una hora
determinada tendrán respuesta a sus necesidades más básicas como comida, aseo y
sueño. Por nuestra parte, a los padres contar con ese orden nos ayuda a
organizar nuestro día a día.
Pero entonces, ¿en qué quedamos cuando llega la mañana del
fin de semana? Por supuesto cuando son bebés necesitan atención con todos los
sentidos puestos. Para esta edad nosotros hacíamos turnos de fin de semana. Un
día se pegaba uno el madrugón y al día siguiente le tocaba al otro.
Sin embargo, ahora que ya nuestras hijas son mucho más
autónomas (que no independientes) hemos logrado que no nos llamen desde la cama
para pedirnos desesperadamente que vayamos a sacarles para empezar la jornada.
Ahora, nos vienen a contar que se aburren ya a las 8 de la mañana y recién
levantadas!!
Hace unos días, a mi marido se le ocurrió una idea
estupenda. Le propuso a nuestra hija mayor crear la “lista de mis actividades”
para dejar dormir un poquito más a papá y mamá. Así que padre e hija sacaron
papel y lápiz para anotar por orden todo lo que se puede hacer un domingo por
la mañana recién levantadas sin necesidad de llamar a los mayores.
¡Súper útil! Ahora cada vez que se levantan temprano,
recurren a la lista que hemos pegado sobre la puerta de su armario y se llenan
de ideas para jugar y entretenerse ellas solitas. La lista es larga y aunque
pasan en cuestión de minutos de una actividad a otra, ya hemos logrado llegar
hasta la tercera o cuarta opción. Eso cuando no te tocan a la espalda en tu
cama pidiéndote que les bajes la caja de los disfraces de encima de su armario
porque es donde se quedó la última vez la varita mágica que necesitan para su
teatro de magia. Paciencia, pero vamos por el buen camino.
Y vosotras, ¿qué hacéis para dormir un poco más?
Besos,
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