Hoy una nueva entrada de psicología en la que Juana Duffill profundiza sobre el apego, concepto en el que ya nos introdujo en un post anterior, que puede leer pinchando aquí.
Os recuerdo que el próximo miércoles 19 a las 18,00h tendrá lugar una nueva sesión de Social Coffee, conducido por Juana bajo el título "Niños creativos, niños más felices". Podéis encontrar más información aquí.
Os dejo con ella.
EL DESARROLLO DEL APEGO
Voy a
dedicar este post a explicar cómo se desarrolla el apego. Como ya comenté en el
post anterior, el apego es la relación afectiva más íntima e importante que los
seres humanos establecemos. Es una relación muy especial que se establece con
pocas personas y que permanece durante la mayor parte de la vida de una
persona.
Esta
relación comienza a formarse desde el nacimiento. En un inicio, el bebé
establecerá una relación de apego con sus cuidadores principales, que
generalmente son la madre y el padre. Más adelante, estará preparado para establecer
vínculos de apego con otras personas cercanas: hermanos, abuelos, etc. A medida que va creciendo, podrá formar relaciones de apego con personas no pertenecientes a su grupo familiar,
como pueden ser amigos, maestros, etc.
El
desarrollo de las relaciones de apego comprende una serie de fases:
De 0 a 12
semanas
En los primeros meses de vida el bebé
realiza una serie de conductas de apego (llorar, mirar, abrazar, etc.) para
mostrar a sus cuidadores que tiene un malestar y necesita su cuidado,
contención y regulación.
En esta etapa, los bebés reconocen
algunos aspectos perceptivos de sus cuidadores principales como son la voz y el
olor, pero no existe un reconocimiento global de las personas. Aceptarán los
cuidados de distintas personas siempre que les traten adecuadamente.
De de 3 a 6
meses
En esta época, los niños ya son
capaces de discriminar entre unas personas y otras. Comienza a aparecer una
preferencia hacia sus figuras de apego y el bebé empieza a dirigir sus
conductas de apego hacia ellas. A pesar de ello, seguirán aceptando el cuidado
de personas desconocidas, siempre que éste sea adecuado.
El bebé va formándose una idea sobre
la manera en que sus figuras de apego responden a sus manifestaciones de
malestar.
De 6 meses a 3 años
A partir de
los 6 meses, los bebés muestran una clara preferencia hacia sus figuras de
apego y comienzan a consolidar su
relación de apego con ellas. A los 9 meses, la relación de apego ya está
totalmente consolidada. Los niños utilizan a las figuras de apego como una base segura desde la
cual explorar e ir conociendo el ambiente que los rodea.
En esta
época aparece el rechazo y la desconfianza a los extraños y el niño responde a
la separación de la figura de apego con reacciones de protesta y ansiedad.
A partir de los 3 años
Los niños comienzan a aceptar mejor
las separaciones de las figuras de apego. Comienzan a sentirse seguros en
ausencia de éstas. Son capaces de entender que, aunque se marchen un rato,
volverán para cuidarles. Esto le permite al niño tener una mayor independencia
y abrirse al establecimiento de nuevas relaciones de apego con personas ajenas
a la familia (amigos, maestros, etc.).
Juana Duffill Gavito
Y vuestros hijos ¿en qué fase están? ¿Ya se quedan tranquilos cuando no estáis con ellos o todavía necesitan de vuestra compañía como pequeñas lapas? Para ayudarles en las separaciones, podéis ofrecerles un objeto de apego que poco a poco harán suyo y les aportará tranquilidad en vuestra ausencia. ¿Conocéis los doudous de Moulin Roty? En nuestra tienda encontráis una selección de sus personajes más cuidados con unos tejidos súper suaves y una gran variedad de colorido.
¡Venid a conocerlos!
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