Dormitorio infantil niñas |
Empieza septiembre. Hay que despedir las vacaciones y dar la bienvenida al nuevo curso. A mí me gusta hacerlo de manera progresiva para adaptarnos todos lentamente a un cambio importante. Del asilvestramiento de correr descalzos sin horarios a adentrarse en la rutina de cumplir con todos los deberes del curso hay un mundo, que procuramos afrontar resaltando lo positivo. Reforzando que las niñas se reencontrarán con sus amiguitas, las profes estarán deseando conocer cómo ha ido el verano, aprenderán un montón de cosas nuevas, volverán a disfrutar de divertidas extraescolares, etc… Para los adultos, quizás hay menos consuelo dentro del período de trabajo, así que nos sumergimos en la visualización de nuestras próximas vacaciones, que eso también ayuda.
Para preparar físicamente el comienzo de curso, hay al menos
una jornada completa que dedicamos al orden en casa. Si te lo planteas bien,
resulta muy ilusionante preparar nuevos espacios para acoger el curso escolar.
Nosotros procuramos hacer algunos cambios en la habitación de las niñas, unos
años son más grandes, con reorganización de mobiliario, repintado de la pared o
reestructuración de alguna zona. Otras simplemente con renovar las cortinas,
comprar algún nuevo cojín o alfombra, o cambiar el orden de los armarios ya
provocamos nuevos aires que dan sensación de estreno de habitación y motivan
para comenzar el cole.
Entre las múltiples tareas, se encuentra la de la
preparación de los uniformes. ¡Benditas prendas! Yo iba al colegio con vestuario
libre y nunca había vivido la cultura del uniforme, pero me parece una
maravilla en dos sentidos. Por un lado te ahorras cada mañana tener que pensar
y discutir el “¿qué me pongo, mamá?”. Y por otro, enseñas a tus hijas a ser
autónomas en la tarea de vestirse porque a base de repetir y repetir consiguen
ponerse correctamente los tirantes de la falda y atarse los botones.
Eso sí, preparar la tanda de uniformes escolares implica
marcar una por una cada prenda para evitar el disgustazo que supone que pierdan
una chaqueta o se intercambien una talla de falda con la amiga después de la
clase de gimnasia.
Yo siempre recurro al tradicional método de la tira de tela
identificada que coso con aguja e hilo. Al principio lo hacía a método manual,
pero desde que controlo el manejo de la máquina de coser, me ayudo de ella para
hacerlo y es una gozada porque me ahorra muchísimo trabajo.
El año pasado, a mediados de curso, preparando la maleta de mis hijas para la granja-escuela, descubrí una novedad. Las etiquetas identificativas de Stikets. Antes de nada, confieso que por deformación profesional, lo primero que hice fue interesarme por la historia de esta empresa y sus dos fundadoras, pero a lo que vamos. Una amiga me regaló uno de los packs surtidos en los que vienen etiquetas de diferentes tamaños y para distintos usos. Y sin duda los dos elementos más recomendables fueron: las etiquetas para los zapatos y las pulseras identificativas.
El año pasado, a mediados de curso, preparando la maleta de mis hijas para la granja-escuela, descubrí una novedad. Las etiquetas identificativas de Stikets. Antes de nada, confieso que por deformación profesional, lo primero que hice fue interesarme por la historia de esta empresa y sus dos fundadoras, pero a lo que vamos. Una amiga me regaló uno de los packs surtidos en los que vienen etiquetas de diferentes tamaños y para distintos usos. Y sin duda los dos elementos más recomendables fueron: las etiquetas para los zapatos y las pulseras identificativas.
Los zapatos son la prenda en la que nunca consigo que el
nombre quede bien legible por mucho que utilice un rotulador indeleble. O
escribo con una letra que nadie es capaz de descifrar o el color del zapato es
tan oscuro que es imposible distinguirlo. Con las pegatinas en forma de pie tan
graciosas que ofrece Stikets, para mí se acabó el problema. Se colocan de
forma muy sencilla y se adhieren muy bien. No se despegan.
Como os digo, ofrecen también las pulseras identificativas
para poner en las muñecas de los niños. Son super útiles para los días en los
que prevéis estar en lugares con mucha afluencia de público o cuando viajáis
fuera de casa. Los niños llevan en la muñeca escrito el teléfono de uno de los
padres y en caso de perderse será fácil localizaros. Yo las estrené este verano
cuando viajamos a París y finalmente se quedaron con ella en la muñeca todo el
verano. No se la querían quitar porque les gustaba mucho y a nosotros nos venía
genial saber que la llevaban puesta.
El resto de etiquetas que contiene el pack lo puedes
utilizar para marcar objetos de apego, los libros del cole o las cosas que te
hagan falta. A mí especialmente las que utilicé para la ropa, aplicando la
técnica del planchado tal y como indican las instrucciones, me sirvió
perfectamente para la identificación de las prendas que fueron en la maleta de
la granja. Conseguí que volvieran todas. Sin embargo, algunas de la etiquetas se han ido despegando con los lavados
posteriores, así que este curso es probable que de nuevo
marque la ropa del uniforme en concreto a base de máquina, para el resto de cosas Stikets!
Lo más divertido de estas etiquetas identificadoras es que puedes personalizarlas eligiendo el color, la tipografía y el icono que las ilustra. Es una
graciosa manera de ayudar a los niños a que sepan distinguir fácilmente sus
prendas y objetos, mientras tú te evitas la difícil tarea de identificar
algunas cosas a las que de otra manera es imposible poner el nombre.
¿Cómo se presenta vuestra vuelta al cole? ¿También
necesitáis identificar la ropa de vuestros hijos? Quizás conozcáis algún método
que nos pueda ayudar en esta tarea. Animaros a ponerla en común para
facilitarnos el trabajo.
Genial!!! Como siempre un rato estupendo de lectura con las cosas interesantes q tanto preparas. Sigue asi. Te quiero.
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