Cuando comienza el curso, tengo tanto trabajo para organizar
la actividad escolar de mis hijas, que lo extra se queda como tal. Además el
buen tiempo hace que tras una jornada de duro trabajo, tanto para ellas como
para mí, nos apetezca salir al parque o buscar la manera de seguir disfrutando
de pequeños planes (lo que la tarde da de sí) en espacios abiertos.
Peeeeeeeeero ¿qué pasa cuándo empiezan las tardes de lluvia,
viento y frío? Yo me considero una persona creativa y procuro que no haya dos
tardes en la misma semana que se desarrollen de igual manera, pero confieso
que hay veces que mis ideas no son ejecutables en tan poco tiempo.
Entonces llega la opción de apuntar a mis hijas a actividades
extraescolares. Es verdad que cuanto mayores son, más amplia es la oferta y más
difícil se hace elegir. Mi criterio prioritario es que sea una actividad que
ellas elijan, que les interese y con la que se sientan a gusto.
Pero ahondando un poco más en los beneficios de estas
actividades… os cuento. Tomar parte en una nueva actividad con personas fuera
de sus círculos habituales se convierte en una especie de reto para ellos.
Tienen la oportunidad de convivir con otros niños con los que comparten al menos
una afición común, pero también con intereses muy diferentes de los que también
se puede aprender. Adquieren de una
forma lúdica capacidades artísticas, físicas y deportivas o sociales, además de
valores como la cooperación, el compañerismo, el valor del trabajo en equipo,
el de liderazgo (si le nombran capitán del equipo) o el de la responsabilidad
(si se convierte en el encargado del material). Pero el mejor de los argumentos
para comenzar con una nueva actividad extraescolar, es que viven experiencias muy
enriquecedoras y sobretodo se divierten.
Está claro que todas las ventajas se las llevan los niños
porque el cuento cambia mucho si la tarde transcurre con un solo viaje del
colegio a casa, que si debes hacer encaje de bolillos para lograr puntualidad y
ningún atragantamiento con la merienda. El lujo de los lujos es que todos tus
hijos acudan a la misma actividad y que además coincidan en horarios y esto, doy
fe, no siempre se cumple.
Os enumero ocho consejos para encontrar las actividades extraescolares
apropiadas:
♦ Infórmate de la oferta ya sea en el colegio, la academia o
el centro que conozcas, pero que sea cómodo para llegar. Si el trayecto es
largo o los tiempos son muy cortos os vais a estresar, el niño no irá contento
y tú tampoco.
♦ Estudia bien junto a tus hijos las posibles opciones
teniendo en cuenta sus gustos, inquietudes y personalidad. No le obligues a participar en
algo que no le apetezca. Recuerda que esto es voluntario. Si va involuntariamente
no tendrá ningún beneficio para él.
♦ Acude a sesiones de exhibición o pide una sesión de prueba.
Muchos centros lo conceden. Así te aseguras de que no pagarás una actividad en
la que tu hijo dure dos días.
♦ Asegúrate de que tu hijo tiene la edad apropiada para seguir
la actividad y sacar provecho de ella. A veces queremos que participen en
deportes o aficiones para los que no tienen suficiente madurez, pero esto se
convierte en frustración. Si es así, déjalo para más adelante.
♦ Pregunta por el tiempo de dedicación. Hay actividades
deportivas que no sólo requieren entrenamiento entre semana sino que también
incluyen campeonatos de fines de semana que incluso se celebran fuera de tu
ciudad. ¡Qué no te pille por sorpresa cuando vayas a organizar tus fines de
semana!
♦ No compres el material hasta no hablar personalmente con el
monitor de la actividad. Es preferible que el primer día les falte equipo o
material a que al final te encuentres con cosas a las que tus hijos no darán
uso.
♦ Infórmate en el colegio de la posible carga de trabajo en
casa para las tardes de tus hijos. Si tienen que ponerse a estudiar a menudo
después de venir de una actividad extraescolar intensa es probable que no
rindan todo lo que deban y se queden dormidos sobre el libro.
♦ Lo primordial es que tus hijos no se estresen y tengan
tiempo para cumplir con sus rutinas de la noche sin ir a la carrera. Si
comienzan con las actividades extraescolares y os dais cuenta de que el ritmo
es excesivo, mejor reconsiderar. Es importante que haya un equilibrio entre la
actividad escolar, la extraescolar, la vida social y la salud.
Espero que esta mini-guía os resulte útil y os ayude en la
búsqueda de las actividades extraescolares apropiadas para vuestros hijos. Podéis dejarme un comentario contándome si os resulta complicado elegir la opción de vuestros enanos. ¡Gracias!
Besos,
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